martes, 18 de marzo de 2008

La huelga en la UAM debe concluir

La UAM-Azcapotzalco en primavera

Los profesores somos el puente entre la generación que nos antecede y la que tenemos frente a nosotros en las aulas. Debemos afirmar claramente que este sindicato no nos representa ni a nosotros ni nuestros intereses, que son la salud y el fortalecimiento de la UAM y de la universidad pública en general.

Soy profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana en Azcapotzalco. Algunos de los que leen este blog me conocen personalmente. En todo caso, no soy un misterio: doy clases; leo, escribo y edito libros; en mis tiempos libres toco el piano. Nada del otro mundo. Muchos dirían, aunque yo no estaría de acuerdo, que se trata de una existencia aburrida. Desde luego que difiero: uno vive, con su cuerpo y con su mente, todo lo que puede, pero el arte es lo que potencia y brinda mayor sentido a cada una de nuestras acciones. Para mí el arte en todas sus formas y la lectura en general abren puertas que conducen a mundos que jamás habríamos sospechado si nos hubiésemos limitado a nuestras propias experiencias de carne y hueso. Con la lectura y el arte, estas vivencias adquieren dimensiones que no sólo nos enriquecen a nosotros sino a todos los seres que nos rodean.

Por eso, como ciudadano, la actividad que más me satisface y recompensa es la de ser profesor universitario. He dedicado 30 de mis 53 años a esta actividad, y 28 años de esas tres décadas han transcurrido en las aulas de la Universidad Autónoma Metropolitana en Azcapotzalco. Apenas soy profesor de Redacción e Investigación Documental, y en ocasiones doy cátedra de Metodología de la Lectura, pero no me siento menos por eso: tengo el enorme privilegio de dotar a mis alumnos de las armas necesarias para navegar en un mundo complejo que los bombardea con ideas simplistas y pobres porque muchos quisieran que creyésemos que en realidad es así cuando, al contrario, nuestras experiencias individuales y colectivas confirman que el mundo se compone de infinitos matices de colores en extremo variados. Saber leer —asimilar, contextualizar, analizar y cuestionar cualquier texto, desde un artículo hasta poesía o una novela— y redactar —poner por escrito nuestros pensamientos acerca de todo lo que nos afecta e interesa— son las armas que a cualquier ciudadano hacen falta para comprender su mundo y, en su momento, cambiarlo, mejorarlo. A eso, como profesor e investigador, me dedico en ese campus de Azcapotzalco, alejado del mundanal ruido de las modas y la triste banalidad de quienes ven todo —y no sólo la política— en términos de blanco y negro, buenos y malos, izquierda y derecha. Allí, en la universidad pública, como docentes, tratamos de aprehender el universo y volverlo asequible en otros términos más humanos, más acordes con la realidad compleja que todos vivimos.

Desde hace casi 50 días la Universidad Autónoma Metropolitana ha estado en huelga. Creo en el sindicalismo y su papel fundamental en las relaciones laborales. Han sido y son necesarios. Pero la universidad pública no es una fábrica de pañales, tuercas o automóviles. Los sueldos de los trabajadores universitarios —profesores y administrativos— no se corresponden con las ganancias de los patrones porque las ganancias no son económicas y los patrones somos nosotros mismos: la sociedad civil. El Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), al confundir la universidad pública con una fábrica, por motivos evidentemente políticos, hace un gran daño a la universidad, sus trabajadores y, sobre todo, a sus alumnos.

Concuerdo con algunos puntos de vista políticos que ostentan los líderes del SITUAM, con otros no. Pero eso nada tiene que ver con lo que está sucediendo en nuestra universidad. La actitud política anquilosada del sindicato, la cual se basa en la visión de lucha entre los intereses de los trabajadores (los buenos) y los de los patrones (los malos), está haciendo un daño enorme a la institución donde, para poder tomar en cuenta todos los puntos de vista, siempre debemos mantenernos —como colectividad— por encima de intereses tan estrechos como los que se manejan en el sindicato. Las convicciones de cada individuo, por supuesto, deben ser respetadas en un clima de pluralidad propio de la vida universitaria.

Esta huelga debe terminar ahora, hoy. No podemos darnos e lujo de brindar a la derecha más armas para alegar que la universidad pública no sirve para nada, que sólo es semillero para desadaptados y la narcoguerrilla. La universidad pública es demasiado importante. ¿Por qué vamos a permitir que la izquierda recalcitrante le haga los mandados a la derecha más obtusa? Los profesores, porque somos el puente entre la generación que nos antecede y la que tenemos frente a nosotros en las aulas, debemos afirmar claramente que este sindicato no nos representa ni a nosotros ni nuestros intereses, que son la salud y el fortalecimiento de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la universidad pública en general, que la manera de mejorar las condiciones de trabajo y los salarios de los trabajadores no está en el eterno enfrentamiento sino en la comunicación constante entre iguales.

Los invito a todos a expresar su punto de vista y a comprometerse con la universidad pública, que jamás debe ser rehén de nadie, y menos de un grupo de intereses políticos tan estrechos como el SITUAM.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Profesor Cohen:
Fui su alumno en un curso de redacción, hace un par de años. Estoy de acuerdo con su punto de vista expresado en el artículo del 18 de marzo:¡La huelga debe concluir ya!
Le envío mis respetos y mi saludo cordial. José C. Serrano

OdeenR dijo...

Sobretodo los que sufren las consecuencias son los alumnos. Mi hermano, por ejemplo, estudia diseño gráfico en Acapozalco, en estos 50 días ya se ha resignado a perder el trimestre y volver a retrasar el término de la carrera... no es justo que los intereses políticos se sobrepongan a los de formaicón académica.

Debe terminar esa huelga, ¡Ya!.

Saludos,

Odeen R.

Anónimo dijo...

Hola, pues yo te conozco y a veces me dio la idea que tienes algo de soberbia o eres radical en tus ideas. Discursos de izquierda y tendencia hacia ciertos escritores. De todos modos reconozco que eres un buen profesor y reconozco tu esfuerzo con tu ediorial independiente. Por supuesto apoyo que termine la huelga, la Uam se caracteriza por siempre hacer paros, cuando estudié ahí fácil se fueron a huelga miles de veces y jamás me ha parecido justo dejar congelados los derechos de los demás o someterlos al capricho de un grupo, cuando no es el sindicato, son los alumnos, debe de haber RESPETO. Esto es algo que en nuestra sociedad está aun en pañales, yo no tengo la bandera perredista, ni priista, ni panista, ni Uam, ni Unam, ni ninguna otra, tengo la bandera mexicana y tengo coraje por tanta inestabilidad ya sea por la politica, violencia, corrupción, narcotráfico que repercute en el país y que estruja a sus ciudadanos. Quiero que algún dia todos tengamos oportunidades y se nos pague bien por lo que hacemos honrosamente, pero si seguimos fragmentándonos por politicas o ideologias de algunos vividores, en lugar de anteponer nuestra ciudadanía en construir unidad y respeto, estamos perdiendo el tiempo.

Victor.

Pako dijo...

Hola, soy alumno de la UAM-I , estudio Filosofía y cursaba el segundo trimestre antes de todo esto.
Soy algo indiferente en cuanto a la huelga, pues para mi lo mas importante es el desarrollo personal (mental, espiritual y físico) y si bien la universidad me ayuda a lograr estos objetivos , no es el único lugar donde puedo conseguirlo. He aprovechado bien estos días y tengo algunos planes para los que requeriré mas tiempo, por eso espero que me pueda informar sobre:

¿Qué pasara cuando termine la huelga?
¿A que se refieren cuando dicen “se perderá el trimestre”?
¿Las clases iniciaran inmediatamente después de que termine?
¿Tendré que volver a inscribirme y repetir todo el proceso para iniciar un trimestre?

Espero un poco de ayuda para disipar esta incertidumbre, que estoy seguro comparten los alumnos que nunca han vivido una huelga.
Gracias

Sandro Cohen dijo...

Estimado Pako:

No soy autoridad universitaria sino mero profesor. Por experiencia, sin embargo, puedo afirmar que después de la huelga habrá una nueva calendarización de los trimestres. Cuando se dice que "se perdió el trimestre", significa que no se repondrá sino que se brincará al siguiente y todas las carreras se atrasarán un trimestre. Hay que ir planeando para esta eventualidad. Por lo mismo, no sabemos aún se las clases se reanudarán enseguida. Depende de cuestiones prácticas, como vacaciones, días feriados, etcétera. No debería haber excesivas interrupciones. Dudo mucho que tengas que repetir todos los trámites, tal vez alguno. Pero seguramente habrá noticias en la página de la universidad (www.uam.mx) o directamente en tu campus.

Si alguien puede corregir o mejorar esta información, ¡adelante!

Anónimo dijo...

Si, como profesor de la UAM, se ve afectada su actividad, y la de sus alumnos, le pregunto ¿un profesor sólo lo es dentro de su institución? Lo pruebo por el texto: Debemos afirmar claramente que este sindicato no nos representa ni a nosotros ni nuestros intereses, que son la salud y el fortalecimiento de la UAM y de la universidad pública, si lo anterior es así, entonces: ¿el entendimiento humano y el conocimiento se ve ceñido a una universidad publica? pues en la cita anterior expresa el deber de fortalecimiento de la institución, para lograr la mejora en el profesor y de tal modo del estudiante, y le pregunto: ¿un estudiante necesita de un profesor para un reforzamiento intelectual y pleno?

Disculpa por la tosquedad de mi discurrir, espero la refines en mi correo

Saludos
Daniel
nuestrafenix@yahoo.com

Sandro Cohen dijo...

Estimado Daniel:

Creo que una cosa no impide a la otra. Uno es profesor dentro de la institución y puede serlo fuera también, pues ser maestro es una vocación, una manera de ser y de interrelacionarse con los demás. Por otro lado, uno puede aprender sin maestros, ser autodidacto, pero el maestro allana el camino y puede potenciar al que desea aprender. Ese maestro puede estar dentro o fuera de la universidad. Hay toda clase de maestros y toda clase de aprendizajes.

Anónimo dijo...

Hola Sr. Cohen

Si este artículo "Decadencia y caída de la antigua ciudad literaria", me pareció interesante a mi hermano que es M. en C. en Sistemas Computacionales, le parecerá extraordinario, se lo enviaré a él.
Gracias, felicidades y un gran saludo.
Mina